En primer lugar, los peluqueros deben averiguar los que sus clientes quieren hacerse en el pelo. También les sugieren tratamientos adecuados. El trabajo requiere lavar con champú, acondicionar, cortar, estilizar, secar, alisar y peinar el pelo.
También realizan permanentes, tiñen y decoloran el pelo, o detectan problemas en el pelo y el cuero cabelludo. Los peluqueros de hombres (conocidos como barberos) también recortan barbas y bigotes. Algunos peluqueros especialistas colocan pelucas.
Los peluqueros suelen aconsejar a los clientes sobre productos que se venden en el salón y desempeñan tareas de recepción si se precia.
En salones pequeños, los peluqueros suelen realizar todas las tareas. En salones grandes, en los que hay más personal, un aprendiz o peluquero júnior suele asistir a los peluqueros realizando tareas como, por ejemplo, barrer el suelo o lavar las toallas.
Un peluquero debe estar al día de las nuevas tendencias, técnicas y tratamientos. Debe conocer también el efecto que pueden tener los diferentes componentes químicos sobre el pelo de los clientes.
Un peluquero cualificado es responsable de sus propios clientes por lo que trata de mantener una buena relación con los mismos.
Los peluqueros que trabajan en televisión y teatro suelen tener experiencia también en maquillaje.
Algunos peluqueros se especializan, por ejemplo, en clientes afroamericanos, y usan técnicas como el planchado, las trenzas y la fijación de extensiones de pelo.
Algunos peluqueros llevan uniforme.
